Qué difícil se nos hace publicar esta despedida, afrontar esta pérdida. Amigo, te hemos querido y cuidado desde que te dejaron en el refugio allá por el año 2009 siendo apenas un cachorro de un año. Te hemos visto crecer, madurar, mejorar. Hemos visto desaparecer tus miedos y tus desconfianzas año tras año. Y tú has visto irse a cientos de compañeros mientras esperabas tu oportunidad. Mojo, amigo, eras mucho más que un perro. Te convertiste en emblema de este refugio, en el niño mimado de quien hoy no puede soportar tanto dolor. Desde aquí te despedimos con el corazón roto en mil pedazos y te enviamos mil besos al cielo. A ti, amiga, el mayor de los abrazos en un día tan doloroso. Lloramos a tu lado.

 

Hoy queremos agradecer al Ayuntamiento de La Mojonera, en donde se ubican nuestras instalaciones, la visita que nos hicieron hace unas semanas para grabar esta entrevista que pretende ser una campaña de concienciación que fomente la adopción y que en principio llevarán a los colegios del municipio. Para nosotros es un placer que desde el ayuntamiento recuerden que estamos ahí y que hayan pensado en nosotros y en la labor que durante tantos años llevamos realizando. Muchas gracias a José Miguel Hernández, alcalde de La Mojonera y a Ana belén García por ser, una vez más, la voz del refugio.

 

Sola, asustada y prácticamente ciega, así rescataron unos ciclistas hace unos días a Lupita en el arcén de una carretera. Le salvaron la vida porque no creemos que hubiera podido aguantar mucho más. La trajeron como buenamente pudieron e inmediatamente le dimos entrada ya que su estado de salud era muy grave. Con el cuerpo lleno de heridas, la piel al rojo vivo y los ojos en un estado lamentable, así se buscaba la vida Lupita en la calle. No podemos imaginar cómo ha conseguido sobrevivir pero lo ha conseguido. A veces las ganas de vivir lo pueden todo. Imaginamos que lleva mucho tiempo en la calle.

 

Te rescatamos en Abril de 2008 en un estanque seco en donde llevabas varios días sentado, esperando quién sabe qué o a quién. Apenas tenías 5 meses de edad. Más de 13 años después te despedimos hoy con honores, amigo Knut. Nos has regalado todos los años de tu vida. Nos elegiste como tú familia aunque hoy nos sintamos tan mal por no haberte podido encontrar otra mejor. Durante los últimos 11 años has sido el compañero inseparable de Svenjo, siempre juntos, siempre tan bien avenidos. Un amigo incomprendido que jamás despertó el interés de nadie y que vio como, día tras día, su vida se apagaba al otro lado de las puertas. Sentimos mucho que no hayas llegado a conocer el significado de la palabra familia, aunque a decir verdad, nosotros siempre te hemos considerado parte de nuestra familia.

 

Ya eres libre, amigo, ya corres libre. El dolor ha terminado para siempre. Seguro que tarde o temprano volverás a ladrar a esos voluntarios que hoy lloran tu pérdida.